La Organización Mundial de la Salud ha desmentido presuntas muertes masivas por el uso de las vacunas contra la COVID-19. Todas las vacunas aprobadas son seguras y eficaces
El 15 de enero, en una cadena nacional por motivo de la presentación de la Memoria y Cuenta 2023, Nicolás Maduro declaró que las vacunas occidentales contra la COVID-19 fueron un desastre y “mataron a miles de personas en Europa, Estados Unidos y en el mundo”.
La investigación de Cazadores de Fake News determinó que lo declarado por Maduro es falso. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desmentido muertes masivas atribuidas al uso de las vacunas contra la COVID19. Las agencias reguladoras demedicamentos como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) han demostrado — con estudios científicos arbitrados por pares — que todas las vacunas autorizadas y aprobadas tras ensayos clínicos son seguras y efectivas.
Un rechazo por razones políticas, no sanitarias
“Me acordé de cómo triangulamos todo para garantizar a nuestro pueblo las vacunas (…) gracias a China, Turquía, Rusia, Cuba llegaron aquí las medicinas para el momento de la pandemia, y gracias a Dios nos vacunamos con vacunas rusas, chinas y cubanas porque las vacunas occidentales son un desastre (…) después nos las quería regalar en el 2022 (…) lo las queremos porque esas vacunas mataron a miles de personas en Europa, en Estados Unidos, y en el mundo”, dijo Maduro en cadena nacional. No se refirió a una marca en específico.
En Venezuela se declaró alerta sanitaria por la pandemia de COVID-19 el 13 de marzo de 2020. No fue sino hasta el 21 de septiembre de 2021 que el país comenzó a recibir vacunas del fondo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS) porque el país debía más de 100 millones de dólares para ingresar al mecanismo.
La oposición venezolana y el gobierno acordaron disponer de activos congelados en el exterior — por las sanciones impuestas por Estados Unidos a funcionarios chavistas —para comprar 12 millones de vacunas al fondo Covax. En teoría, la negociación se hizo con base en las vacunas Astrazeneca. Guaidó anunció el uso de 30 millones de dólares para las vacunas y garantía de cadena de frío.
Por otro lado, el gobierno de Maduro estaba gestionando la compra de vacunas chinas y rusas.
Luego, el gobierno venezolano rechazó las vacunas Astrazeneca argumentando que no fueron autorizadas por los institutos científicos nacionales. Para entonces — y todavía — Astrazeneca contaba con la aprobación de Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA); tiene una efectividad de 76% en la prevención del COVID-19 sintomático y del 100% en la prevención de la hospitalización y la muerte.
Venezuela recibe y utiliza las vacunas Sputnik V, de Rusia, que alcanza una efectividad del 73.1% a partir de la primera dosis y del 91.6% al aplicar la segunda dosis; Sinovac, de China, que tiene una eficacia del 51% contra la infección sintomática de la COVID-19 y del 100% para prevenir síntomas graves y hospitalizaciones; y Sinopharm, también china, que tiene una eficacia del 79% en la prevención de la hospitalizaciones. Todas estas aprobadas por la OMS y la FDA.
Aunque Nicolás Maduro se jacta de la efectividad de la vacuna Abdala, desarrollada por Cuba, no ha sido aprobada por la OMS ni por ninguna agencia regulatoria internacional.
¿Qué dice la ciencia de las vacunas occidentales?
Desarrollada por AstraZeneca (empresa británica) en colaboración con la Universidad de Oxford, Astrazeneca es una vacuna de vector viral que ha sido aprobada para uso de emergencia por la OMS y autorizada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA). Es una de las más utilizadas en el mundo. La OMS informó que esa vacuna tuvo una efectividad del 79% en la prevención del COVID-19 sintomático y del 100% en la prevención de la hospitalización y la muerte.
Además de Astrazeneca, las vacunas occidentales aprobadas y autorizadas contra la COVID-19 incluyen las siguientes:
Pfizer-BioNTech: Desarrollada por Pfizer (empresa estadounidense) y BioNTech (empresa alemana), es una vacuna de ARN mensajero (ARNm) que ha sido aprobada para uso de emergencia por la OMS y autorizada por la EMA y la FDA. La vacuna tiene una efectividad del 95% para prevenir un cuadro clínico grave y la muerte
Moderna: Fabricada por Moderna (empresa estadounidense), es otra vacuna de ARN mensajero (ARNm) que ha recibido la aprobación de la OMS y la autorización de la EMA y la FDA para uso de emergencia. Tiene una efectividad del 95% para prevenir un cuadro clínico grave y la muerte.
Johnson & Johnson: Fabricada por Janssen, la división farmacéutica de Johnson & Johnson (multinacional estadounidense), es otra vacuna de vector viral que ha recibido la aprobación de la OMS y la autorización de la EMA y la FDA para uso de emergencia. Tiene una efectividad de 72% para la prevención de la COVID-19 sintomática.
No es cierto que vacunas occidentales contra la COVID-19 mataron a miles de personas como declaró Nicolás Maduro. Tanto la OMS como las agencias reguladoras de salud como la EMA y FDA han demostrado que las vacunas son seguras y que los efectos secundarios leves y moderados son normales. No se han notificado casos de efectos secundarios que duren más de varios días.
Actualización: 5 de junio de 2025
El 2 de junio, durante su programa televisivo Con Maduro+, Nicolás Maduro volvió a retomar el discurso contra las vacunas occidentales. Esta vez, en el marco del anuncio de la llegada de más de 2 millones de vacunas desde Irán —que no son contra la COVID-19—, aseguró que las sanciones impuestas a Venezuela impidieron la adquisición de vacunas occidentales durante la pandemia, lo que según él “evitó miles de embolias y muertes” como las que habrían ocurrido en Europa y Estados Unidos.
Además, afirmó que “tratando de hacernos un daño, nos hicieron un bien”, en referencia al supuesto bloqueo que habría obligado al país a optar por vacunas de Rusia, China, Cuba e Irán, a las que calificó como “las mejores del mundo”. Estas declaraciones también fueron difundidas por RT en Español, medio internacional financiado por el gobierno ruso, que ha sido señalado en múltiples ocasiones por amplificar narrativas afines a los intereses del Kremlin.
Las sanciones internacionales no prohibieron la compra de medicamentos ni de vacunas. El gobierno venezolano pudo acceder al mecanismo COVAX de la OMS, pero enfrentó retrasos por no cumplir a tiempo con los pagos requeridos. Además, no existe evidencia científica que respalde que las vacunas occidentales causaron miles de embolias y muertes.
«La OMS, antes de estudiar la aprobación o la precalificación de una vacuna candidata en la lista OMS de uso en emergencias, exige revisiones independientes de las pruebas de eficacia teórica y seguridad, que incluyen el examen y la autorización por los organismos de reglamentación del país donde se fabrica». Organización Mundial de la Salud (OMS)
Las agencias regulatorias como la EMA y la FDA han mantenido monitoreos constantes que confirman la seguridad de estas vacunas. Atribuir a las sanciones el hecho de no haber usado vacunas occidentales y presentarlo como un beneficio es una narrativa engañosa sin respaldo en datos verificables.
Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.