Cazadores de Fake News reunió a expertos latinoamericanos en IA y periodismo

El potencial de la inteligencia artificial para mejorar la investigación periodística también es capaz de aumentar los riesgos de desinformación. Líderes en el campo compartieron sus perspectivas y estrategias frente a esta dualidad

La inteligencia artificial (IA) está remodelando el periodismo, lo que presenta tanto desafíos únicos como oportunidades sin precedentes para los profesionales del sector. En el evento “IA y desinformación: desafíos y oportunidades para el periodismo” organizado por Cazadores de Fake News, periodistas investigadores y tecnólogos latinoamericanos compartieron sus experiencias y visiones sobre cómo la IA puede ser una herramienta poderosa para la investigación y, simultáneamente, un vehículo para la desinformación.

Héctor Mazzarri, director creativo de Cazadores de Fake News, Jacobo Castellanos, de Witness.org, y Joseph Poliszuk, cofundador de Armando.Info, ofrecieron diferentes perspectivas basadas en los trabajos con la IA desarrollados en sus organizaciones.

A partir de la explicación de cómo se usó la IA para analizar grandes cantidades de titulares de medios para detectar xenofobia en contra de venezolanos, Mazzarri resaltó cómo los GPT personalizados pueden mejorar la eficiencia en la identificación de narrativas dañinas.

“Los GPT personalizados lo que permiten es invertir menos tiempo haciendo tareas que pueden ser repetitivas (…)Estamos en un momento de cambio que va a definir cómo va a ser manejada toda la producción de noticias y cómo percibimos el mundo de ahora en adelante”.

Héctor Mazzarri

Por su parte, Jacobo Castellanos subrayó el impacto transformador de la inteligencia artificial en la capacidad para generar contenido de alta calidad de manera rápida y eficiente, lo que representa un cambio significativo en la producción de narrativas y el volumen de información disponible. Esta capacidad no solo mejora la eficiencia y accesibilidad del contenido periodístico, sino que también plantea desafíos en términos de veracidad y confianza en la información, impulsando una reflexión sobre el equilibrio entre la innovación tecnológica y la integridad informativa.

“Podemos crear contenido de calidad en mucho volumen y podemos crear narrativas a partir de este volumen de contenido”.

Jacobo Castellanos

En el contexto específico de Venezuela, la utilización de la inteligencia artificial en el rastreo de minas ilegales se materializó en el proyecto “Corredor furtivo” en el cual participó Joseph Poliszuk. Mediante el desarrollo de algoritmos personalizados, el equipo de Armando.Info y colaboradores fueron capaces de analizar y filtrar información de imágenes satelitales para identificar más de 3.700 minas ilegales en los estados de Bolívar y Amazonas. Este enfoque no solo significó un avance significativo en la lucha contra la minería ilegal, sino que también proporciona una base sólida para futuras investigaciones y acciones de conservación.

“Empezamos a pedirle a algunas fuentes y a algunos pobladores de la zona que nos empezaran a dar correcciones de coordenadas o direcciones o ideas de dónde estaban estas minas, estas nuevas minas (…) Y es así como empezamos a ver dónde estaban, empezamos a ubicar. Encontramos unas muestras de estas minas y de estas pistas y así, con ayuda de expertos, pudimos programar el algoritmo”.

Joseph Poliszuk

El algoritmo personalizado desarrollado para el proyecto presentó un margen de error del 6% que sólo fue posible determinar a través de la supervisión humana para discernir entre los hallazgos auténticos y los falsos positivos. A través de un meticuloso proceso de verificación punto por punto, el equipo pudo distinguir entre pistas clandestinas reales y accidentes geográficos que fueron mal interpretados por la IA, como carreteras o riachuelos. Esta interacción entre la precisión tecnológica y el juicio humano subraya la importancia del rol del periodista en la supervisión de los resultados de la IA y disipa algunas de las dudas sobre si estas tecnologías podrán sustituir completamente al operador humano.

“The Liar’s Dividend”: crear dudas sobre lo que es verdad

Sin embargo, junto a las oportunidades, emergen riesgos significativos. Al respecto, Jacobo Castellanos advirtió sobre la crisis de confianza provocada por la dificultad de distinguir entre contenido real y generado por IA. Esta incertidumbre, que es exacerbada por la habilidad de generar desinformación eficazmente, plantea un desafío profundo para el periodismo.

“Lo que estamos viendo con la inteligencia artificial es una amplificación de la crisis de confianza; ya no sabemos qué es real y qué no. Esto se alinea con lo que algunos llaman ‘The Liar’s Dividend’, donde la saturación de desinformación beneficia a aquellos que buscan sembrar dudas, complicando aún más nuestra labor como periodistas en definir la veracidad de la información en esta era digital”.

Jacobo Castellanos

Una faceta particularmente preocupante de la desinformación en la era digital es el concepto de “The Liar’s Dividend”, —que evoca la intención de crear dudas, incluso sobre lo que es verdad—, un fenómeno que describe cómo la saturación de noticias falsas y contenido manipulado puede ser ventajoso para políticos y figuras públicas, quienes en ocasiones siembran dudas sobre la autenticidad de la información que les perjudica.

Este escenario complica aún más la tarea de los periodistas y verificadores de hechos, quienes enfrentan el reto de no solo identificar y desmentir la desinformación, sino también de luchar contra la percepción de que toda información es potencialmente falsa.

El entorno de escepticismo representa una amenaza para la confianza pública en los medios de comunicación y en la integridad de la información en general. La proliferación de herramientas de IA capaces de crear contenido falso de alta calidad —desde deepfakes hasta textos generados artificialmente— potencia este fenómeno, haciendo más difícil para el público discernir entre realidad y ficción.

Enfrentando los Desafíos: estrategias y soluciones

La discusión en el evento no solo se centró en los problemas, sino también en las estrategias para contrarrestar los efectos negativos de la IA en el periodismo. La educación y la formación en herramientas digitales emergen como soluciones clave, permitiendo a los periodistas adaptarse a las nuevas tecnologías y utilizarlas a su favor. La transparencia con el público sobre los métodos utilizados para verificar la información y crear contenido es igualmente crucial para restaurar la confianza.

Los tres panelistas coincidieron en la importancia de desarrollar estándares éticos y guías de uso para la implementación de la IA en el periodismo. La colaboración entre periodistas, tecnólogos y organizaciones de derechos humanos puede facilitar la creación de un marco de trabajo que equilibre la innovación tecnológica con la responsabilidad social.


Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.

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