Con risas exageradas, personas caminando al revés y movimientos ilógicos, una tienda de gorras parodió en TikTok errores típicos de videos creados con IA durante 2025
La escena es tan surrealista como muchas otras vistas en TikTok a lo largo de este año: un hombre con lentes de sol que entrevista a una mujer en el bulevar de una ciudad y, en lugar de un micrófono, captura lo que dice con un palo de selfie rosado. Alrededor, varios transeúntes caminan hacia atrás. Sin mirarse a los ojos, el hombre pregunta si alguna vez ha visitado su tienda de gorras; ella responde con incoherencias y sin escatimar groserías. Al final, la mujer sale de la escena, alguien avanza en cuatro patas y el rostro de un último extra recibe un primer plano con una mueca que parece una carcajada congelada.
Parece una típica entrevista creada con Inteligencia Artificial, pero en realidad es un video totalmente actuado que parodió algunos “artefactos” —o errores visibles— de este tipo de contenido, que muchos usuarios de redes sociales ya empiezan a identificar con claridad. Detrás de los contenidos está Sir Shop, una pequeña tienda de en Catia, en el Oeste de Caracas, Venezuela, que creó los contenidos para publicarlos en sus cuentas de Instagram y Tiktok, e intentar ganar visibilidad.
Los errores más graciosos
La IA generativa es aprovechada en todo el mundo por pequeños emprendedores para plasmar en redes sociales infinidad de ideas que optimizan procesos y aumentan ventas. Pero durante 2025, comienza a hacerse evidente que este tipo de contenido suele tener errores visuales fácilmente reconocibles —conocidos como artefactos— que delatan su origen sintético. Para subrayar cuán notorios pueden llegar a ser estos fallos, una tienda caraqueña publicó en redes sociales una serie de videos que los parodian, sin utilizar inteligencia artificial en absoluto.
“La idea se nos ocurrió a mi esposa y a mí. Queríamos dar a conocer nuestra tienda, ya que estamos en el segundo piso de un edificio algo escondido”, le comentó Simón, el dueño de Sir Shop, a Cazadores de Fake News.
La tienda ha publicado hasta ahora dos videos en los que reproduce escenas típicas de contenido generado con herramientas de Inteligencia Artificial generativa como Veo 3, de Google, o Sora, de OpenAI. Aunque están grabados con personas reales, los clips imitan el estilo y la lógica errática que caracteriza a muchos videos sintéticos.
El término “artefacto” se usa para describir errores visuales que delatan la creación sintética de un video. Estos pueden ir desde textos mal escritos o voces artificiales, hasta acciones físicamente imposibles o simplemente absurdas, como intentar caminar a través de una pared o estrechar una mano de forma torpe. Son detalles que, aunque pequeños, resultan cada vez más evidentes para quienes consumen este tipo de contenido con regularidad en las redes sociales.
Los artefactos de la IA se presentan como textos mal escritos o con caracteres que no existen, voz robotizada, o acciones físicas.
Para recrear los errores más notorios de la inteligencia artificial generativa, los videos fueron actuados por personas reales, sin asistencia de herramientas sintéticas y con un enfoque claramente humorístico.
“Quienes actúan y nos ayudan con los videos forman parte de nuestro propio equipo, son vendedores de la tienda”, señaló Simón, el dueño de la tienda.
Según su dueño, el enfoque humorístico y la representación exagerada de errores sintéticos generaron interacción en redes y atrajeron nuevos visitantes al local. “Hemos dado a conocer más a la tienda, han venido bastantes personas a verla y las ventas subieron. Gracias a Dios nos ha resultado”, dijo.
No siempre es chistoso para los adultos mayores
Durante 2025, Cazadores de Fake News ha verificado varios casos de desinformación viral creada con herramientas de inteligencia artificial. En todos ellos, fue posible identificar artefactos visuales —como gestos exagerados, movimientos imposibles o textos deformes— que permitieron confirmar que los videos no correspondían a hechos reales. Sin embargo, aunque estos errores pueden resultar evidentes para muchos usuarios activos en redes sociales, otros aún no logran identificarlos con facilidad.
Estos errores visuales suelen manifestarse de maneras que resultan absurdas para algunos, pero poco evidentes para otros. En los desmontajes realizados por Cazadores de Fake News se han identificado patrones como carcajadas con gestos faciales deformes que aparecen fuera de sincronía; palabras mal escritas o sin sentido; personas que caminan al revés o adoptan posturas antinaturales; así como objetos, mapas o logotipos incoherentes con la escena. Detalles que podrían pasar desapercibidos para quienes no están familiarizados con este tipo de contenidos.
Cada vez más usuarios de redes sociales han comenzado a identificar este tipo de errores visuales, especialmente en videos generados con herramientas como Veo 3. Los clips dramatizados por la tienda caraqueña funcionan como una parodia directa de esos artefactos: exageran gestos y comportamientos para subrayar lo inverosímil, lo absurdo o simplemente lo no humano.
Aun así, no todos los públicos comprenden el contenido paródico con la misma facilidad. “He notado que algunas personas mayores no entienden los videos. Amistades de 50 años en adelante me preguntan qué es eso, y me ha tocado explicarles”, explicó Simón, al referirse a las limitaciones que enfrenta este tipo de contenido cuando el humor se basa en errores digitales que no todos saben reconocer.
Hoy, los errores de la inteligencia artificial todavía permiten desmontar desinformación con relativa facilidad, pero esta etapa —posiblemente— no durará para siempre. Mientras los artefactos sigan siendo evidentes, es posible que más usuarios aprendan a detectarlos, explicarlos y compartir ese conocimiento, una ventaja que no conviene desaprovechar.
Cazadores de Fake News investiga a detalle cada caso, mediante la búsqueda y el hallazgo de evidencias forenses digitales en fuentes abiertas. En algunos casos, se usan datos no disponibles en fuentes abiertas con el objetivo de reorientar las investigaciones o recolectar más evidencias.